sábado, 28 de diciembre de 2013

La luz no subirá un 10,5 por ciento (en enero)

Hace pocos días estábamos todos exaltados y cabreados porque las empresas eléctricas iban a subirnos la factura un 10,5%. La gente no tenía otro tema en la calle. "¡Malditos 'jefazos' de las eléctricas!, ¿Se creen que todo lo que ganamos es para ellos?" y otras frases similares se oían por todas las esquinas de nuestro país. 

Tal fue el clamor popular (del pueblo, quiero decir, claro) que el gobierno popular (el central, me refiero, por supuesto) tuvo que intervenir para solucionar esta situación. En un primer momento lo que hizo fue anular la subasta porque, según ellos, había sido una operación amañada. 

A mí esto me dejó bastante más tranquilo, ya que desde hace tiempo tenía la impresión de que todas las subastas eléctricas estaban amañadas, pero estaba equivocado: ésta sí... de lo que se deduce que las otras subastas habían sido limpias.

Bueno, pues para acabar, el Ministro de Industria y Energía (y otras tantas cosas) consiguió un acuerdo con los "señores de las eléctricas" y la energía eléctrica sólo subirá un "2,50% en el primer trimestre del 2014". Esta noticia ha sido celebrada como todo un triunfo de la democracia.

Pero... ahora yo pienso: ¿no será esto una estrategia de los "lobbies" eléctricos y del partido gobernante para ganar votos de cara unas futuras elecciones y lavar la imagen del Gobierno? Y, como pienso mucho, se me ocurrió otra pregunta: ¿"sólo subirá un 2,50% en el primer trimestre", no es una forma elegante de decirnos que en abril volverá a subir? 

Porque hasta hace poco, todo el mundo hablaba de la cuesta de enero. Todo el mundo sabía que en enero subía todo: luz, agua, precios de productos en general, teléfono, autopistas, medios de transporte, sellos... pero desde hace unos dos o tres años, ya nos da lo mismo. Y eso es porque la cuesta de enero ya no existe; ahora existe el Gran Premio de Montaña Anual, porque nos suben los precios casi que todos los meses, o a veces casi que todas las semanas. Esto es un despipón exagerado. Cada semana nos suben algo y nosotros, la gente llana, nos quedamos con cara de gilipollas y lo aceptamos cristianamente, protestando un poco en los bares, en la calle o en la cola del pan con lo que, además, los que mandan se garantizan que durante unos días dejaremos de preocuparnos de Blesa, Urdangarín, Bárcenas, JM o El Bigotes.

Seguiremos pensado...

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